Antes que leer estas preguntas sin contexto, os recomendamos que os paséis por nuestro otro post, donde explicamos nuestra opinión sobre los psicodélicos.
¡Ah!, y si tienes alguna otra pregunta, ¡estaremos encantados de responderla!
¿Son los psicodélicos peligrosos?
Cada intervención médica y cada sustancia tiene sus riesgos. La pregunta clave es: “¿Cuáles son esos riesgos y qué podemos hacer para minimizarlos?”. En cualquier caso, se ha visto que los daños producidos por los psicodélicos son ridículos en comparación con otras sustancias en circulación, tanto legales como ilegales.
Se han estudiado y clasificado una y otra vez los efectos perjudiciales de las diferentes sustancias (respecto al individuo y respecto al entorno), y lo que sucede en todos los casos, con datos objetivos, es que las primeras posiciones de la lista poco tienen que ver con si la sustancia es legal o no. El tabaco o el alcohol encabezan estas listas (junto con la heroína, el GHB y otros), y los hongos psicodélicos o el LSD se encuentran en las posiciones menos dañinas. Es decir, con relación a otras sustancias, los hongos son extremadamente seguros para la mayoría de las personas.
A nivel fisiológico (por el efecto que tienen en el cuerpo físico), no son tóxicas ni peligrosas; ahora bien, no se tienen que tomar de cualquier manera ni en cualquier circunstancia. Si no hay en tu familia ni tienes personalmente un historial de enfermedad mental y respetas la sustancia (tomándola en un entorno controlado y seguro y estando bien acompañado), los riesgos son mínimos. En caso de duda, mejor no tomar o hacerlo en cantidades muy pequeñas y/o acompañado.
¿Qué puedo hacer para maximizar las posibilidades de una buena experiencia?
Se puede dividir en tres puntos durante la experiencia, más uno extra al terminar:
Confiar: el proceso puede no ser fácil, pero tienes que confiar en ti mismo, confiar en que eres fuerte y que, pase lo que pase, vas a superar esta experiencia.
Soltar: cualesquiera que sean tus ideas preconcebidas, lo que creas que esta experiencia debería ser, no dejes que se interponga en lo que será realmente y no trates de controlarlo.
Estar abierto: no importa donde te lleve esto, ni que pensamiento te venga, afróntalo. Esto es lo más importante. Sea cual sea la experiencia, si viene es por algo. Tómatelo como si eso fuera con lo que tienes que lidiar en este momento.
Integrar: es muy valioso que puedas reflexionar y/o hablar con alguien experimentado después de la experiencia, para poder poner en orden todo lo que has vivido.
La integración es fundamental si las tomamos buscando un efecto terapéutico. Si no integramos, habremos tenido una experiencia bonita que se esfuma al poco tiempo, sin dejarnos ninguna enseñanza valiosa. Para nosotros, el viaje es mucho más revelador cuando intentamos ponerlo en palabras y, sobre todo, cuando lo compartimos con una persona experimentada y de confianza. En nuestro caso, lo compartimos el uno con el otro. Lo que surge de este momento de integración a menudo nos da la perspectiva que nos falta, nos aporta claridad y nos hace profundizar en nuestros sentimientos.
¿Cuánto debo tomar?
Aunque no se conoce una cantidad letal de sobredosis por psilocibina o LSD, no quieres visitar Andrómeda en tu primera vez. Es mejor ir conociéndolos poco a poco para no asustarte.
Todas las cantidades se refieren a setas secas:
1 gramo, si tienes miedo y no te fías (como nosotros al principio). Notarás los efectos físicos, pero no tendrás ningún viaje. Es una cantidad prudente para perderle el miedo.
1.5 gramos es la ración recreativa estándar. La mayoría de personas tendrán unos efectos evidentes pero muy manejables.
Entre 2 y 5 gramos cada vez se te hace más difícil ignorar los efectos y el viaje va siendo más profundo. Aquí los más experimentados aún pueden funcionar en un entorno social con cierta normalidad.
A partir de 5 gramos se considera una “dosis heroica”. Es la que se utiliza en los ensayos clínicos. Estas cantidades ya no son recreativas y vas a necesitar un entorno seguro y conocido a tu alrededor.
Sin embargo, es importante recalcar que esto varía de persona en persona. Hay para quien la ración recreativa es suficiente para provocar un estado alterado de conciencia considerable y hay quien puede tomar cinco gramos con normalidad; por eso es buena idea empezar con poco. En nuestra experiencia, con el tiempo cada vez hemos necesitado menos cantidad para entrar en ese estado: es el efecto contrario a la habituación.
¿Hay que “estar bien” para tomarlas?
Esta es la pregunta que más nos han hecho. Lo más fascinante es que prácticamente todo el mundo piensa que está mal en algún sentido. Y es verdad que todos tenemos nuestras cosas, pero mientras seas funcional en la sociedad (no sufras una enfermedad mental grave, tengas una cierta estabilidad emocional), no tienes nada que temer. Aun así, si te dan mucho miedo, no las tomes; y si te dan un poco de miedo, toma poca cantidad, con todas las precauciones y preparaciones que hemos mencionado antes, y familiarízate con lo que son a un nivel más sutil.
En nuestro caso, las veces en las que hemos estado “peor” son las que más sentimos que hemos avanzado tomándolas y que algo mejora en nosotros. Suelen ayudarnos a ver eso que no estábamos viendo (o que no queríamos ver).
¿Son tóxicas las setas?
Hay diferentes tipos de setas psicodélicas, pero las más consumidas, que son las Psilocibe, no lo son. Se solía decir que los efectos psicodélicos eran a causa de una intoxicación, pero esto es un mito. La psilocibina no tiene una consecuencia física en tu cuerpo.
¿Qué pasa si estoy pasando por una mala racha?
Se dice mucho que “potencian tu estado actual” y, claro, al principio pensábamos “Pues nosotros estamos fatal”, pero ahora sabemos que el estado actual se refiere más al “ahora” más riguroso, a cada segundo. Los sentidos y las emociones son más intensos, y de la misma manera que sientes más la alegría, puedes sentir más la tristeza, pero en nuestra experiencia, si te llevan allí es porque tienes que vivirlo, que tienes algo pendiente. Nunca te llevan a un punto que no puedas soportar. Nunca hemos tenido un “mal viaje”, aunque sí que a veces nos hemos empezado a asustar de lo que veíamos y sentíamos, y por eso sospechamos que cuando tienes un mal viaje es porque te resistes a algún pensamiento, sensación o visión.
¿Los animales de compañía pueden ser un problema?
Aplica el mismo criterio que con los humanos: si hay confianza y puedes relajarte con ellos será una experiencia maravillosa, si no, podría llegar a ser incómodo.
¿Voy a saber diferenciar la realidad de lo que me imagino?
Por supuesto. Los psicodélicos no son “delirantes”, como, por ejemplo, la Salvia divinorum. Siempre puedes distinguir lo que es real de lo que te estás imaginando, y generalmente ves efectos nuevos en las cosas que ya existen. No vas a ver unicornios rosas. (Pero, si los vieras, sabrías que solo están en tu cabeza).
¿Voy a tirarme por el balcón?
Nunca pierdes el control de tu cuerpo y nunca harías nada que no hicieras normalmente.
¿Qué puedo hacer si me asusto, se pueden parar los efectos?
Aunque dicen que hay maneras de parar los efectos (se suele decir que comas algo), creemos que es más placebo que otra cosa, quizá por el efecto de la distracción.
En cantidades pequeñas (dosis recreativa y por debajo), generalmente puedes elegir si prestas atención a las setas o no, y de esa manera paran los efectos. Puedes hacer cualquier actividad que requiera concentración y cambiar tu estado de conciencia. Con dosis superiores, es más difícil.
Lo mejor que puedes hacer es simplemente vivir la experiencia que sea, sin juicios y abiertamente. A nosotros nos sirve mucho aplicar una mirada de observador curioso. Sea lo que sea que te estén mostrando, siempre puedes decir “Qué interesante”.
¿Generan tolerancia?
La tolerancia a las setas psicodélicas se desarrolla muy rápido. Lo bueno es que se pierde casi tan rápido como se desarrolla. Con esperar unos días entre cada toma es suficiente. Aun así, nosotros dejamos mínimo 15 días para asentar lo aprendido.
¿Son los psicodélicos adictivos?
No lo son, aunque se puede abusar de ellos. Se pueden usar de manera peligrosa para la persona, pero son fisiológicamente no adictivas. De hecho, se están utilizando para tratar el abuso de otras sustancias, ya que ayudan a ver la adicción en perspectiva.
Nadie está ansioso por volver a tomar un psicodélico; generalmente hay cierta resistencia. Nosotros solemos decir que son “antiadictivas”: aun sabiendo que durante el viaje (y un par de semanas después) las mejoras son evidentes, tienes que hacer el esfuerzo de decidir tomarlas y prepararte en cuerpo y mente para que “desordenen tu estantería mental”, lo que no es precisamente cómodo.
¿Combina bien con otras drogas?
No tenemos experiencia personal en eso, pero conocemos personas que lo combinan con marihuana para derribar los bloqueos iniciales de la mente, con MDMA para potenciar los efectos de ambos, o con LSD para Dios sabe qué.