Es un placer leer vuestros paisajes. Entiendo lo que decís de esos días en los que el tiempo parece no acabarse y tienes para todo y para todos. Creo que es porque no estamos “ansiosos” porque se nos va el “tiempo”, como con el dinero (cuanto más miedo de gastar, más se gasta). La naturaleza te conecta con ese “tiempo cualitativo”, con esa tiempo “eterno”, que básicamente es estar presente.
Con ganas de saber cómo está transcurriendo vuestra vida ahora y sobre todo espero que todo vaya mejor por allí, aunque nunca sea igual.
Nos imaginábamos que debía de ser parecido para ti en Japón, tal y como lo contabas en tus cartas. Ojalá puedas retener un poco de ese sentimiento en Madrid, porque para nosotros en la ciudad cuesta, enseguida nos toma esa ansiedad del tiempo. Nosotros las primeras semanas después de volver a Valencia estábamos muy presentes en la naturaleza, veíamos con mucha claridad los árboles incluso en medio de las señales de tráfico, los carteles estridentes y el bullicio de la ciudad. Con el tiempo hemos perdido esa percepción, ya no nos es tan familiar el mundo natural como antes, pero sabemos que es una percepción que se entrena y se elige. Cuando salimos a pasear o mientras vamos en coche escogemos mirar a lo verde en vez de dejar que la vista se vaya a lo de siempre, que es más llamativo e intenso. Estamos aprendiendo también a eso. Y a ralentizar. Hacer menos en más tiempo. De eso hablaremos próximamente.
Es un placer leer vuestros paisajes. Entiendo lo que decís de esos días en los que el tiempo parece no acabarse y tienes para todo y para todos. Creo que es porque no estamos “ansiosos” porque se nos va el “tiempo”, como con el dinero (cuanto más miedo de gastar, más se gasta). La naturaleza te conecta con ese “tiempo cualitativo”, con esa tiempo “eterno”, que básicamente es estar presente.
Con ganas de saber cómo está transcurriendo vuestra vida ahora y sobre todo espero que todo vaya mejor por allí, aunque nunca sea igual.
Abrazo compañeros 🩵
Nos imaginábamos que debía de ser parecido para ti en Japón, tal y como lo contabas en tus cartas. Ojalá puedas retener un poco de ese sentimiento en Madrid, porque para nosotros en la ciudad cuesta, enseguida nos toma esa ansiedad del tiempo. Nosotros las primeras semanas después de volver a Valencia estábamos muy presentes en la naturaleza, veíamos con mucha claridad los árboles incluso en medio de las señales de tráfico, los carteles estridentes y el bullicio de la ciudad. Con el tiempo hemos perdido esa percepción, ya no nos es tan familiar el mundo natural como antes, pero sabemos que es una percepción que se entrena y se elige. Cuando salimos a pasear o mientras vamos en coche escogemos mirar a lo verde en vez de dejar que la vista se vaya a lo de siempre, que es más llamativo e intenso. Estamos aprendiendo también a eso. Y a ralentizar. Hacer menos en más tiempo. De eso hablaremos próximamente.
Gracias por estar ahí, bella! Un abrazo 🤗